Editorial JUNIO

CARABOBO

¡Vuelvan Caras!

El americano no quiere ser gobernado por nadie, a menos que sea jefe de su país; no obedece a ningún europeo, sobre todo si es español, o, si le obedece, no es sino aguardando la ocasión de sacudir el yugo.

Cada provincia de América quiere ser gobernada a su manera: Lo que es bueno para el virreinato de Santa Fe, no es conveniente para Venezuela, aunque sean limítrofes.

El habitante de Santa Fe se ha mostrado tímido; el de Venezuela, audaz, malvado y sanguinario. En el virreinato se escribe mucho, y los jueces están abrumados de trabajo; en Caracas, al contrario, se terminan las disputas por medio de la espada. De aquí la diversa clase de resistencia que hemos encontrado en los países; aunque en una cosa se parecen ambos, que es la disimulación y la perfidia.

Probablemente los habitantes del virreinato no nos habrían resistido con tanta obstinación si no hubieran estado ayudados por los venezolanos.

Por igual motivo ha sido que Cartagena se ha sostenido tanto tiempo contra nosotros. Al lado derecho de los márgenes del Magdalena han dado algunos combates; los que más se han distinguido en ellos han sido igualmente los venezolanos. La estéril provincia de Antioquia nos ha declarado una guerra a muerte por dos ocasiones, y han cerrado el paso de sus montañas: Los venezolanos han sido lo que a ello la han excitado.

Carta del Teniente General Pablo Morillo y Morillo

Comandante de la Expedición Española de Pacificación al Rey Fernando VII

en marzo de 1816, desde su Cuartel General en Santa Fe de Bogotá.

Venezuela fue declarada como una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y a la política exterior de los EE. UU por el presidente de aquel entonces, Barak Obama mediante una orden ejecutiva (marzo 2015). A partir de esa fecha, se comenzó realmente a evidenciarse la guerra de 5ta generación contra el país, cuyas consecuencias ha vulnerado los DDHH de toda la población venezolana, tal como lo anunció en febrero pasado la relatora especial de la ONU,  Alena Douhan, en un informe denominado Impacto Negativo de las Medidas Coercitivas Unilaterales en el Disfrute de los Derechos Humanos en Venezuela, el cual, indica claramente que las ilegales “sanciones” promovidas e impuestas por Estados Unidos a la República Bolivariana de Venezuela han tenido un efecto devastador sobre los derechos fundamentales del pueblo venezolano.

El Ejército Bolivariano comandado con Bolívar vivieron momentos intensos, críticos, tantos que dos veces perdieron la República, pero a la tercera fue la vencida. Los sacrificios y dolor que vivió el pueblo venezolano patriota para liberarse del yugo español le costó la mitad de la población para aquel momento. Hubo hambre y miseria. Sin embargo, nunca fue amainado, ni mucho menos se rindió el ejército Libertador. Sus sacrificios rindieron los frutos que se convirtieron en la gloria de este país.

Nuevamente, Venezuela, por decidir ser soberana y un destino de dignidad y progreso, la califican de amenaza inusual. NO producimos ni exportamos cocaína ni ningún tipo de drogas ilegales. No tenemos grupos irregulares violando otras fronteras. Más, todo lo contrario, hemos sido un país amante de la paz y el respeto de los DDHH y las leyes internacionales, lo ha confirmado el apoyo mayoritario en los escenarios de la ONU, tanto en la Asamblea general como en el Consejo de Seguridad. Entonces, cuál ha sido el causante de nuestras desgracias.

De negarnos a seguir las pautas de un imperio asesino, codicioso de nuestras riquezas. De negarnos a ver las relaciones entre los países a través del dominio, la imposición y el ruido de los cañones. De rechazar las miserias originadas por el capitalismo, tal como lo manifestamos un febrero de 1989.

Si nuestra historia nos enseñó algo, es que no obedecemos a ningún europeo, sobre todo si es español, ni a estadounidense, sobre todo si es un imperialista.  Nos enseñó a resistir con tanta obstinación los ataques del imperio porque no nos calamos la injusticia ni los arrebatos de malandro. Tenemos como fuerza, la verdad, nuestra verdad, a la cual no tememos ni ofendemos. Si la batalla a librar es en los espacios internacionales, la hemos librado sin vacilación y con valentía. Si es en la dimensión económica, la resistiremos y haremos lo que sea para salir de la situación a que nos ubicaron. Si la batalla es militar, pues se encontrarán con el ejército y el pueblo patriota para defender esta sagrada tierra, porque primero es la Patria y lo demás es añadidura. 

Venezolanos y venezolanas ¡Volvamos caras! Veamos los obstáculos a vencer porque nuestro futuro lo vamos a construir contra toda adversidad. es necesario repetir hasta la saciedad, lo que una vez escribió nuestro Libertador Simón Bolívar en una carta dirigida al Sr John Baptist Irvine (estadounidense), fechada en Angostura el 07 de octubre de 1818: … El amor a la patria, y a la gloria solos han dirigido estas empresas, que, lejos de ser risibles, merecen la admiración y aplausos de los que tienen una Patria y aman su libertad…  Parece que el intento de V.S. es forzarme a que reciproque los insultos: no lo haré; pero sí protesto a V.S. que no permitiré que se ultraje ni desprecie al Gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra populación y el resto que queda ansia por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende.

Comité Editorial

 

 

 

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