La crisis del coronavirus está obligando a las universidades del mundo a enfrentar desafíos de larga data en la educación universitaria, como la pertinencia social de las mismas, el crecimiento sin calidad, inequidades en el acceso y en los logros, la pérdida progresiva de financiamiento público, el aumento vertiginoso de los costos de matrícula en aquellas universidades privadas, y la cada vez incrementada percepción del elitismo. La llegada de la pandemia está acelerando los cambios de una manera abrupta en estas casas de estudios, y lo peor, sus dirigentes no estaban preparados para asumir los retos a que se enfrentan durante y en la post pandemia.