EDITORIAL MAYO

COLOMBIA NO TIENE NADIE QUIEN LE ESCRIBA

¿Para qué necesito a Colombia? Hasta sus ruinas atestiguaran mi gloria, los colombianos aparecerán ante los ojos de la posteridad cubiertos de ignominia no yo, mi amor fue mi dama leal Venezuela y la libertad de la gran América, los que me imputan algo distinto no me conocen, las miserables criaturas y líderes de Colombia regaran su aroma de traición a sus descendientes por los siglos de los siglos.

Muero con el aroma de la lealtad de mi Venezuela amada, miserables criaturas hasta nos deben el aire que respiran y se atreven a sospechar de nosotros y de mi.

El tiempo se encargará de que se traicionen entre ellos y mi espíritu los perseguirá día a día para que sean apestados sociales por todos

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios.
Ocaña 23 de noviembre de 1829

 

Colombia, país que tuvo un sueño con Jorge Eliécer Gaitán, la oligarquía no permitió que se convirtiera en realidad, así como no lo permitió con Simón Bolívar. Eran sueños muy peligrosos para sus intereses. Ahora, nuevamente Colombia quiere soñar, pero en condiciones muy difíciles ante la violencia institucionalizada por los narcotraficantes, paramilitares, la total injerencia del gobierno de los EE.UU y por la presencia de la terrible pandemia de SARS-CoV-2.

¿Será que las palabras del Libertador pronunciadas ese 23 de noviembre de 1829 en Ocaña tuvieron un sentido profético? No lo sabemos, pero el pueblo de Colombia quiere forzar su destino a caminos de la justicia y la paz. Son demasiados años que no tienen rumbo fijo, no se lo han permitido.

Actualmente, Colombia está inmersa en una profunda indignación con expresiones multitudinarias de protesta y repudio al régimen dominante de la ultraderecha reaccionaria que gobierna al país desde hace décadas. Desde el 28 de abril se suceden grandes acciones en el marco de un Paro cívico nacional promovido por las centrales obreras y otras organizaciones populares, a las que acompañan importantes líderes de la Oposición democrática.

Esto fue debido a la presentación y radicación de una abusiva reforma tributaria por parte del Ministro Carrasquilla para establecer nuevos impuestos con graves implicaciones sociales en los trabajadores, desempleados y clases medias precipito un estallido social de grandes proporciones en unas condiciones en que la población sufre las consecuencias de la peor crisis sanitaria en la historia nacional desatada por el contagio del coronavirus.

La represión ha dejado 27 muertos, más de 800 heridos y 359 desaparecidos, de acuerdo con un reporte de la Defensoría del Pueblo publicado el miércoles. La ONG Temblores aseveró que van 37 defunciones, mientras la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas entregó a la fiscalía el reporte de 471 desaparecidos desde el pasado sábado, de las cuales han sido localizadas 92.

Cali, Cartagena, Santa Marta, Medellín y Bogotá y otros importantes centros urbanos del país han sido escenarios de duras batallas contra la descarada y vulgar acción del régimen uribista plagado de corrupción, muerte y violación sistemática de los derechos humanos. Las protesta tomaron tal calibre que obligaron al gobierno retirar la Reforma Tributaria el pasado 02 de mayo: “Le solicito al Congreso de la República el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda y tramitar de manera urgente un nuevo proyecto fruto de los consensos y así evitar la incertidumbre financiera”, dijo el presidente Iván Duque en una declaración en la Casa de Nariño (https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/colombia-presidente-ivan-duque-retira-proyecto-de-reforma-tributaria-tras-masivas-protestas-paro-nacional-cali-noticia/).  A pesar de esta acción que ha costado dolor y sangre a los colombianos, las protestas no han cesado. Tienen la certeza que están bajo un gobierno mentiroso, tal como lo han demostrado con el tratado de paz que ha conducido a la muertes cientos de ex combatientes de la guerrilla.

Nosotros, desde este espacio queremos expresar nuestro apoyo solidario al pueblo colombiano, que una vez estuvimos unidos en una misma nación por un gran visionario y luchando por ese ideal, y que hoy es necesario regresar al encuentro de nuestros pueblos. Como decía  Bob Dylan en los 70, The Times Are Changing y, los vientos de cambio han generado la revancha de la historia.

EL COMITÉ EDITORIAL

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