Por Dra. Yadira Córdova
Hace 4 años recibíamos la noticia oficial de lo que ya sabíamos que no sabíamos: Había llegado una pandemia. Esto parece que fue hace un siglo. La República Bolivariana de Venezuela emitía un decreto de alarma el 13 de marzo de 2020. El 05 de mayo de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciaba el levantamiento de la emergencia internacional que estaba declarada desde el 30 de enero de 2020 a nivel mundial por la llegada de la COVID-19, pocas reacciones se hicieron sentir. ¿Qué nos dejó la pandemia? ¿Hasta quienes y hasta dónde llegaron los daños? ¿Qué hubo detrás? ¿La pandemia nos dejó aletargados? ¿No queremos hablar de la COVID-19? La pandemia nos dejó muchas interrogantes por responder y desafíos que deben servir para armar programas de investigación en todas las dimensiones que fueron afectadas por la COVID-19… […] las preguntas con las que nos vamos a medir como comunidad se volverán, y está visto y probado con esta pandemia global, cada vez más urgentes […](Rodríguez, 2020, pg 25).
Cerca del final de la pandemia, ya habían comenzado a diluirse algunas imágenes y con ello también el pánico, que tal vez contado en los próximos años, pueda parecer ficción.
Desde diciembre de 2019 llegaban noticias de una rara virosis, muy letal, que estaba circulando en Asia y Europa. A medida que su expansión era más rápida y evidente, también crecían las conjeturas que luego se convertirían en hipótesis: ¿era una gripe, un problema circulatorio, un problema sistémico? Solo que no podíamos saber exactamente de qué se trataba; sabíamos que era un virus muy agresivo e intuíamos que no estábamos preparados para ello. Tal noticia convulsionó al mundo entero en todos los sentidos, pánico, negación, dudas, temeridad, o decisión de llevar adelante acciones para poder enfrentar una situación de esa magnitud. En el otro extremo, quienes tenían planes de expansión y profundización de los mecanismos de dominación y acumulación de riqueza, incluyendo a quienes se habían preparado para expandir fortunas a costa de las catástrofes algunas sobrevenidas y otras calculadas, pero todas provocadas por el sistema de explotación, incluyendo la COVID-19.
Este artículo sigue en nuestro Vol 4. (3). Año 2024: https://bit.ly/3VwO5Nr