El Vitral de la Ciencia. Vol 3. N° 10: (2023)

 

 

Vol 3. (10). Año 2023

 

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EL 70 % DE NUESTRO CUERPO ES AGUA
¿QUÉ IMPLICA ESTO?

Por Dr. Miguel Alfonzo

El agua surge como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI, ya que se espera que para el año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para la vida humana sea un cincuenta y seis por ciento (56 %) superior que el suministro actual, y quienes posean agua podrían ser blancos de un saqueo forzado. La pugna es entre quienes creen que el agua debe ser considerado un “commodity” o un bien comerciable (como el café o el maíz) y por otro lado, quienes expresan que es un bien social relacionado con el derecho a la vida (Faustino 2006).

Por otra parte, cualquier joven que haya recibido clases básicas de biología, ha aprendido que el agua es el principal constituyente de la mayoría de los seres vivos, incluyendo el ser humano, el cual presenta el 60 a 70 % del peso total de un adulto promedio. De esta cantidad, dos terceras partes se encuentran dentro de las células del cuerpo, o en el compartimiento intracelular. ¿Qué significa realmente esa proporción? ¿Por qué es vital para la vida? ¿Qué sucede si pierde agua del cuerpo, qué afecta? ¿Cómo el cuerpo regula el agua? Casi las 3/4 partes del cuerpo está formado por agua… ¡asombroso!

Esto y otras aristas tocaremos en este articulo, del cual, vamos a dar elementos fisiológicos sobre las funciones del agua (cuidando que no sea una clase tradicional de medicina) que, combinados con la problemática mundial de la escasez de agua potable, incluyendo Latinoamérica, y la voracidad del capitalismo para el uso del agua, trataremos de darle una panorámica integral del significado y de la importancia que encierra la frase que el agua es vida.

 

REFLEXIONES EN TORNO AL AGUA EN VENEZUELA:
¿CRISIS DE UN MODELO TECNOLÓGICO
EN AGOTAMIENTO?

Por M.Sc. Adrián A. León C.

Introducción
En Venezuela el suministro de agua y la recolección de aguas servidas ha sido uno de los servicios públicos urbanos con mayor cantidad de problemas a lo largo de por lo menos los últimos 100 años. Si bien hay claros indicios de que ciudades como Caracas, desde su fundación en 1567 establecieron un originario sistema de aprovechamiento de las aguas en función de acrecentar el poder económico y político de las élites que gobernaban la ciudad y que esto determinó las bases para la estructuración del estado colonial caraqueño (Sanoja y Vargas Arenas, 2007), las ciudades en Venezuela históricamente habían dependido de sus fuentes de agua más próximas, que en la mayor parte de los casos eran cursos de agua superficial, lagos o manantiales de agua dulce y gradualmente con el crecimiento urbano y la evolución de las ciudades como instrumentos de dominación (Geigel, 1976; Landaeta y Espinoza, 2015). Estas fuentes primarias se fueron agotando y degradando, viéndose en la necesidad de traer el agua de fuentes más alejadas, desarrollándose un espiral de aumento de demandas de agua de fuentes cada vez más lejanas, con la consecuente degradación y contaminación de las cuencas hidrográficas donde ellas se asientan.

La idea central que este ensayo se propone, es discutir acerca de las causas que generan los problemas de agua en Venezuela y que mantienen en crisis al sistema de abastecimiento desde hace décadas, con la finalidad de desvelar algunas contradicciones, que provienen del actual marco epistémico de la ingeniería hidráulica, impuesto por la modernidad occidental y en el que utilizando en exceso el fetiche técnico (Granados, 2015) como solución a los conflictos de las continuas demandas de agua de las ciudades y el estilo de vida urbana, ha devenido en un modelo de abastecimiento insustentable y permanentemente al borde del colapso.

 

PODER JUNTOS ES HACER JUNTOS:
Experiencia de la Mesa Técnica de Agua Characot Apirá y el acueducto
Río Blanco-Jaji.

Por M. Sc. Francisco J. Nava G.

El agua no es solo un recurso vital para la reproducción de la vida sino de la solidaridad necesaria para que nuestra especie pueda sobrevivir en un planeta en crisis.

Este es un relato que presenta cómo el proceso de construcción de un acueducto comunitario permitió vencer la dificultad mayor, la de creer que se puede aprender, hacer y pensar juntos.

A modo de introducción: El agua y el ámbito de lo común
En la sociedad moderna la resolución de conflictos respecto a la administración de los recursos tiende a ser por dos vías: la acción del estado y la competencia de mercado (Bollier, D. 2008). Sin embargo, en el ámbito de lo público los hegemoniza fundamentalmente el Estado y su forma monopólica, centralizada y universalizante de ejercer el poder sobre los sujetos y la naturaleza; mientras que en el ámbito de lo privado los hegemoniza de manera determinante la lógica del mercado capitalista y su fuerza privatizadora, depredadora e individualizante. Como alternativa existe un ámbito de la vida en el que se fortalece el tejido social de base en el trabajo colectivo y cooperativo generalmente en una relación de equilibrada con sus ecosistemas para reproducir su vida inmediata (Terán, E. 2015), este es el ámbito de lo común.

En un sentido estricto, la mayoría de los sistemas de recursos naturales usados por varios individuos pueden ser considerados como bienes comunes. Hay ejemplos de estos tanto en sistemas naturales como en sistemas hechos por el ser humano, tales como el aire, el agua, los ríos, cuencas hidrográficas, sistemas de riego, bosques y pastizales (Ostrom, E. 2001). Sin embargo, lo común no es únicamente una cosa, un bien o un conjunto de bienes que se comparten y se utilizan entre varios. Lo común se produce entre muchos, a través de la generación y constante reproducción de una multiplicidad de tramas asociativas y relaciones sociales de colaboración que habilitan, continua y constantemente, la producción y el disfrute de una gran cantidad de bienes materiales e inmateriales de uso común (Gutiérrez Aguilar, R. 2016).

 

LAS AGUAS:
UN IMPERIO DE CIENCIA, MITOS Y POESIA

Por Dr. Carlos Aponte

De los Orígenes.
“Al principio, Eurynomé, diosa de Todas las Cosas, emerge desnuda del Caos pero no encuentra nada de consistente donde posar sus pies, es por ello que separa las aguas del mar del cielo y, solitaria, danza sobre las olas” (2).

Este poderoso comienzo de un mito pelasgo, perdido en las noches de los tiempos, nos introduce de lleno en la armonía poética eterna de las aguas con la música, la danza, la femineidad, la maternidad, el origen. En un principio fue el Verbo, se dijo por allí, pues ese verbo se expresaba poéticamente… Era la poesía ese “lenguaje” que permitía expresar, transmitir, conectar con la Naturaleza. Así, los pelasgos hacen reales las palabras del portentoso poeta alemán Georg Philipp Friedrich von Hardenberg, mejor conocido como Novalis: “El que pertenece a tal raza y tiene esa fe, el que quiere participar en aquella roturación de la Naturaleza debe frecuentar el taller del artista, escuchar la poesía insospechada que se filtra a través de todas las cosas, no cansarse jamás de contemplar la Naturaleza” (1)

 

 

¿NUESTRO FUTURO ESTÁ EN EL SUELO
O EN LOS SUELOS?

Por Pauline Arrindell y Eder Peña

Tal como se mencionó en el artículo del número anterior, el suelo es un ecosistema que ocupa el 90 % de todo el planeta, a partir del mismo el ser humano produce el 95 % de sus alimentos, según datos aportados por la FAO. La complejidad de este sistema es tal que miles de especialistas a nivel global se dedican a su estudio.

Muchos de estos investigadores enfocan sus esfuerzos en evaluar la dinámica que ocurre en una fracción conocida como materia orgánica (MO), la cual es considerada la fracción del suelo más importante que permite la vida terrestre tal como la conocemos.

 

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