Entrevista a la Dra. Lesbia Muro

Por Lic. Luisa Rodríguez Andarcia
Fotografias: Luis Zulueta

LAS POTENCIAS
SE QUEDARON CON LOS CRESPOS HECHOS

Son las doce treinta y cinco del mediodía del doce de marzo, año dos mil veinte; el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moro, en cadena nacional se dirige a todo el país. La población está a la expectativa de sus palabras. “¡Al aire gritan!” desde la cabina, ya comienza la cadena nacional. El alto mando militar, la vicepresidenta de la República y el ministro de salud aparecen en el escenario; el primer mandatario al frente. Sus palabras son escuchadas por su pueblo a través de todos los medios de comunicación social: “Hoy estamos enfrentando una situación verdaderamente alarmante. Hemos estado haciendo seguimiento durante más de 6 semanas, desde que el coronavirus, conocido como COVID-19 y declarado por la Organización Mundial de la Salud como una pandemia, comenzó su expansión en más de 100 países, por todo el mundo. Nuestras generaciones, la humanidad, no han conocido por lo menos en un siglo una situación como esta. China ha anunciado que la ha contenido y controlado, pero esta pandemia está golpeando al mundo. Está golpeando a países hermanos de Europa, Asia, España, Alemania, Francia y los Estados Unidos; las cifras arrojan grandes preocupaciones”. El discurso llega a su pueblo que aún no ha detectado la infección del coronavirus, pero que se prepara disciplinadamente para combatirlo.

Al día siguiente, 13 de marzo del 2020, la Vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez anuncia en Consejo de Ministros, de manera clara y precisa a toda Venezuela, que se han detectado los dos primeros casos de personas contaminadas por la pandemia del coronavirus: “han sido certificados de acuerdo con las pruebas debidamente establecidas por la Organización Mundial de la Salud dos casos del coronavirus . Estos casos, son dos ciudadanos venezolanos, una ciudadana de 41años que estuvo recientemente de viaje por los Estados Unidos de Norteamérica, por Italia y por España. El otro caso es un ciudadano venezolano de 52 años que también estuvo de viaje en España. Es una obligación de todos los pasajeros que venían en el vuelo de Iberia 66-73 de los días 5 y 8 de marzo que deben entrar inmediatamente en cuarentena preventiva obligatoria”. Así empieza la disciplina.

Los síntomas de la COVID -19:
Siguiendo los boletines de la Organización Mundial de la Salud, los medios de comunicación social informan, a través de todos sus espacios, que las personas deben acudir al médico si experimentan algunos de los siguientes síntomas: fiebre, escalofríos, dolor de garganta, perdida o sentido del gusto, dolor muscular, pesadez corporal, dolor de cabeza y ocular, mareo, tos persistente, opresión o dolor en el pecho, dificultad respiratoria, ronquera, pérdida de apetito, vómitos, náuseas, dolor abdominal o diarrea, dificultad para dormir, incapacidad para hablar, confusión, piel fría o húmeda, palidez, entre otras.

Las informaciones sobre COVID-19 inundan la comunicación, medios y redes hablan de 120 países reportando la presencia de la infección, por eso la OMS la declara pandemia. Los comentarios y rumores de los opositores a la revolución venezolana son de que la población sucumbirá ante esta pandemia debido a falta de insumos médicos, la situación de los hospitales y centros de salud, pero no reconocen que son efectos de las medidas coercitivas unilaterales y el bloqueo criminal impuestos por Estados Unidos y la Unión Europea a Venezuela.

Las primeras medidas, más vale prevenir que lamentar:
El Presidente Nicolás Maduro emite las primeras medidas para cortar las cadenas de contagio y expansión de la pandemia: llama a la unión y crea una comisión presidencial presidida por la vicepresidenta Delcy Rodríguez; activando la unión cívico militar-policial. Empiezan a fluir las primeras decisiones para la población: la Fuerza Armada Nacional Bolivariana aplica el plan Escudo Bolivariano. Se decreta la emergencia del sistema nacional de salud público y privado, estableciéndose todos los protocolos clínicos. Se habilitan 46 hospitales públicos centinelas y el 50% de los centros de Diagnósticos y Tratamientos; se convierten algunos hoteles y casas en residencias sanitarias. Organizaciones comunitarias como estados mayores de salud, consejos comunales, CLAP, los comités de salud y colectivos se activan uniéndose como un sólo cuerpo para guiar las visitas casa por casa realizadas por médicos de la misión Barrio Adentro compuestos por personal médico cubano y venezolano, unidos para verificar el estado de salud de la población.

La alarma mundial corre por las altas y graves estadísticas de muertes en varios países. Nuestro gobierno revolucionario se ve obligado a la aplicación del artículo 338 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, decretando el estado de alarma. Lo que permite aplicar la cuarentena social colectiva voluntaria y, abrir servicios fundamentales, limitar la movilización de la población entre municipios, cerrar la frontera. Sólo se realizan jornadas laborales para venta de alimentos, medicamentos. La organización comunal se encarga de la movilización de la población para las compras, la distribución del programa alimentario a las familias, los niños y niñas. Las clases en todos los niveles educativos se suspenden y se establece la atención a distancia desde los hogares. Suspensión y prohibición de eventos públicos y masivos: cierre de cines, museos, iglesias, conciertos, las aglomeraciones y concentraciones son canceladas. Restricción en el uso del transporte público, incluyendo el Metro. Se produce el cierre comercial de los aeropuertos, puertos y terminales de pasajeros, uso obligatorio de la mascarilla. Se recomienda mayor protección para los adultos y adultas mayores y van a cuarentena social voluntaria las familias. Todo el mudo a sus hogares.

La comunicación y la unión son fundamentales:
La activación de la plataforma Patria y el desarrollo de una campaña comunicacional a gran escala para la prevención y control de la COVID-19 por parte de todos los medios de comunicación, tienen sus efectos positivos entre nuestra población que ahora está dentro de sus casas y aprenden a realizar y a usar el tapaboca, incluso de telas; la higiene de las manos, de la tos, el distanciamiento social, los saludos y otros. Se coordina las veinticuatro horas del día con la OMS, se solicita cooperación con Cuba y China. Se gestiona la coordinación con los países fronterizos Brasil y Colombia.

El llamado colectivo y unánime de la mayoría de los venezolanos y venezolanas es a sumar esfuerzos y a garantizar nuestra propia disciplina por mayores y más altos niveles de conciencia para enfrentar las dificultades y adversidades. Diariamente, las autoridades dan a conocer en cadena nacional el boletín COVID-19, llaman a la población a mantenerse unidos, en calma y solidaridad para detectar los síntomas de la enfermedad y ayudar a quien lo necesite a enfrentar la pandemia. La creatividad de los mensajes que corren por los medios de comunicación es general: ¡Todas y todos unidos para acabar con el coronavirus!

La Doctora Lesbia Muro, una testigo autorizada:
Una de las instituciones venezolanas que pasa a cumplir un rol protagónico, histórico y extraordinario en Venezuela es el Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel”, ya que está constituido por investigadores, analistas especializados en virología y facultados por la norma para la emisión de la información que pasa a formar parte del boletín COVID-19. Es presidido en esos momentos por la Dra. Lesbia Muro, por eso es nuestra entrevistada en esta oportunidad. Es profesora universitaria en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela. Farmacéutica epidemióloga y Antropóloga, egresada de esa casa de estudios, pero, además, es doctora en Seguridad de la Nación, Doctorado realizado en la Universidad Militar Bolivariana. Ha sido galardonada con la Orden José María Vargas por su trayectoria en la docencia y la investigación en 2022.

Lesbia Muro fue presidenta del Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” durante los años 2018 al 2020, y por tanto, le correspondió la responsabilidad de llevar la batuta de esa institución durante la primera fase de la pandemia COVID-19 e, igualmente orientar las investigaciones y dar acompañamiento a los virólogos para detectar al coronavirus: ya que es parte de la competencia del instituto que dirige: desarrollar los programas de registro y control sanitario de productos de uso y consumo humano, diagnóstico y vigilancia epidemiológica en bacteriología, virología, micología. En general realiza diagnóstico de enfermedades infecciosas y transmisibles, además de docencia, investigación aplicada y extensión. Por lo que es un centro de referencia sanitaria para la prevención, vigilancia y control de la salud de los venezolanos y las venezolanas. La doctora Muro es un testigo de excepción autorizada.

Al respecto, le solicitamos a nuestra entrevistada que nos hable sobre su experiencia en el Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” durante la pandemia del coronavirus.
La serenidad parece una de las cualidades de la profesora Muro por lo que explica: “fue una experiencia muy intensa ya que, desde febrero hicimos los preparativos y diariamente los especialistas y analistas estábamos a la expectativa las veinticuatro horas del día; haciendo estudios de las pruebas naso faríngeas que recibía la institución desde todo el país y con precisión el día 11 de marzo de 2020, en la madrugada pudimos verificar, tres virólogos y yo, los dos primeros casos detectados como positivos de coronavirus; haciendo las determinaciones. Fue de una emoción impactante, inusitada, histórica porque nuestro personal no dormía. Verificamos, repitiendo el proceso y nos mantuvimos alertas frente al termociclador durante 6 horas y al observar la curva que daba positiva nuevamente, informamos a las autoridades sanitarias entre ellas, al ministro Dr. Carlos Alvarado, quien se traslada inmediatamente al INH y a la vicepresidenta Dra. Delcy Rodríguez y, fue comunicado a nuestro Presidente con la celeridad que el caso imponía y a partir de allí la población venezolana se mantuvo al día, pendiente del boletín COVID-19” .

Dra. Muro, ¿Cuál era su responsabilidad?
“Nuestro trabajo era realizar la detección, y hacer recomendaciones para la toma de muestra; las evidencias las tienen las fichas epidemiológicas y la trazabilidad que se le puede hacer al caso y además, orientábamos sobre los mecanismos de traslado de las pruebas ya que, había una crisis terrible del transporte y logística por el bloqueo y las medidas coercitivas. Se activaron las fuerzas armadas, las comunidades y todo el equipo de salud se habilitó para que esas muestras llegaran a la institución”. Al instituto de Higiene le competía la dirección del componente viral, micótico o bacteriano de las muestras, de la toma de muestras, cómo se hace el traslado, la orientación de cómo deben llegar las muestras y el otro componente es la información técnica para que el Presidente informara a la población o tomara las decisiones. Además, verificar cuáles eran nuestras necesidades de talento humano y de equipos. Cuando ya había demasiadas muestras que procesar logramos descentralizar los laboratorios hacia el Zulia, Miranda, Yaracuy, Carabobo, al estado Táchira se envió un laboratorio móvil, lo que se hizo con el apoyo del IVIC. A los médicos les compete el diagnóstico. El personal de salud en todos los niveles demostró una profunda y arraigada ética profesional y de arraigo a nuestra patria”.

En esa situación de bloqueo y, ante la emergencia de la pandemia, ¿Cómo funcionó el sistema nacional de salud?
“Hubo decisiones de inteligencia políticas y técnicas, lo que hizo que en Venezuela la pandemia no afectara a la población como en otros países. Venezuela tenía una realidad ampliamente comprendida por el equipo de gobierno sobre la situación de nuestro país; donde un bloqueo económico hace complicado la compra de insumos técnicos y medicamentos para el sistema de salud. Por eso, para un sistema deprimido, soportar a una gran cantidad de casos, es muy difícil; de allí que se establecen mecanismos para evitar los casos. La prevención es la estrategia extraordinaria liderada por el Presidente de la República. Los técnicos pueden opinar, pero la decisión política fue extraordinaria. La suspensión de clases antes de que se presentara un solo caso. Preparar a la población para bio-seguridad a nivel del ambiente fue una medida promovida desde el sistema de salud y transmitida por la prensa y las redes que contuvo un problema de mayor envergadura”.

Ampliando la información señala que: “Se nombró un comité para atender la COVID-19 donde participan equipos de gobierno, técnicos del INH, universidades, red hospitalaria, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”.

Dra. Muro durante la pandemia, ¿cómo percibió a su país?
“Yo observé a la población que estaba preocupada, había interés en seguir ávidamente lo que estaba pasando, en hacer seguimiento a lo que ocurría. Había un extraordinario mecanismo de información. El pueblo hacía seguimiento a las informaciones que emitían los medios de comunicación y sobretodo a las decisiones presidenciales. Se percibía un interés de conjunto, de parte de la población, de las organizaciones comunitarias aunados al poder nacional para impedir que esa infección nos afectara como afectó a otros países. La población respondió de manera disciplinada y rigurosa a las recomendaciones presidenciales: lávese las manos, guarde la distancia, el aislamiento se cumplió y creo que las personas cumplieron voluntariamente toda la cuarentena”.

¿Usted cree que las decisiones tomadas durante la pandemia de COVID-19 fueron las más convenientes? Como investigadora, ¿Tendría alguna observación a esas decisiones?
“Cómo técnico, uno tiene una visión de país, una identidad nacional cultivada desde la infancia y uno decide voy a estudiar esto para aportarle a mi país. Las decisiones políticas y estratégicas tomadas en esos momentos fueron perfectamente las más convenientes. Habría alguna observación a situaciones de extrema actuación, en el caso de los hoteles sanitarios y el confinamiento para las personas asintomáticas porque la frecuencia de las muestras eran intensas durante catorce días después de dar positivo ó hasta que saliera negativo para que regresaran con sus familiares aunque, eso fue después de conocerse bien la enfermedad, pero, fue conveniente en ese momento y esa decisión la aplaudo porque alcanzó sus propósitos ya que, la población no se enfermó como otros esperaban”.

La doctora Muro prosigue de manera segura y directa señalando: “Uno de los macabros propósitos y matriz de información de las potencias extranjeras era que el país se iba a acabar. Por eso, se quedaron con los crespos hechos. Ellos pensaban que Venezuela sería la puerta de entrada de la COVID-19, responsable de que se expandiera por América latina; que ocurriría un desastre como en otros países, pero, no fue así. No fuimos afectados como a otras poblaciones debido a decisiones y mecanismos políticos, estratégicos y extraordinarios de información y atención directa a nuestra población. Venezuela fue uno de los últimos países infectados, eso fue un logro sanitario histórico para el país que, estaba rodeado por la pandemia proveniente de Colombia, Brasil y Centro América y por supuesto entró por el Táchira y por el estado Bolívar. Las decisiones tomadas fueron las más convenientes y las mejores decisiones, no las puedo cuestionar porque vi los resultados y yo las aplaudo, teníamos control absoluto del problema”.

Controversias por las vacunas:
¿Por qué Venezuela selecciona a las vacunas rusa y china para inmunizar a nuestra población?
La doctora Muro de manera firme acota: “Es una realidad, un bloqueo económico impidió que Venezuela tuviese acceso a las vacunas que estaban circulando a nivel mundial. Lo otro, son las condiciones y exigencias que establecían los sistemas internacionales de provisión de vacunas para que Venezuela las obtuviese y, aunque tenían el visto bueno de la Organización Mundial de la Salud, no garantizaban todavía, con fehaciente comprobación de que eran seguras para la población porque, eso era lo importante para Venezuela, que fueran seguras. Ellos pusieron condiciones al país que el Presidente no aceptó porque precisamente lo importante era la protección de la población.

Por otra parte, había unas vacunas como la china y la rusa que tenían comprobación de eficacia extraordinaria y esas fueron las primeras que entraron al país que no, a otra población a nivel mundial. Eso es una virtud que tuvimos. Las vacunas rusas, chinas que tenían una comprobación de eficacia extraordinaria, a diferencia de otras como la Pfizer aplicada a una gran población y hoy está siendo objetada por los efectos negativos que causan esas vacunas sobre la población vacunada en los países industrializados. Fue una escogencia estratégica muy bien seleccionada. Así mismo, a nivel mundial se hicieron pruebas de vacunación cruzadas con otras provisiones de vacunación cruzada que se hizo en Venezuela y en Argentina que fue exitosa. Fueron unas vacunas muy bien seleccionadas”.

Consultada la doctora Muro sobre la posibilidad de que Venezuela elabore su propia vacuna, manifestando su optimismo expresó: “Científicamente, Venezuela está altamente preparada para eso; desde el punto de vista de infraestructura y equipos se está trabajando y creo que, hay oportunidad de lograrlo. Hay dificultades por las medidas coercitivas y el bloqueo, pero, a veces las decisiones políticas y el ingenio de nuestros científicos, que aquí los hay muy buenos pueden logran avances históricos”.

Sobre la posibilidad de que a la población venezolana se le podría llamar a un cuarto proceso de vacunación, aclara que eso dependerá de los avances científicos y de la variante que esté circulando y por supuesto de las decisiones del ministerio del poder popular para la salud y la efectividad de la vacuna ante nuevos cambios morfológicos del virus.

Por último, agrega que “la COVID-19 ha servido para que varias instituciones se estimulen y confluyan a trabajar juntas, entre ellas la Universidad Central de Venezuela con el IVIC y el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Hay un avance cualitativo muy hermoso de como visualizamos los aportes de nuestro personal del Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel”, del ministerio de salud, de la FANB, quienes se comportaron como un gran equipo al servicio de su pueblo; mostrando su mística, su conocimiento, su creatividad, su solidaridad y disciplina en el cumplimiento de las decisiones históricas y políticas que nos permitieron salvar a nuestra población, las medidas extraordinarias e históricas que se tomaron y la disciplina y la unión del pueblo contuvieron a la pandemia de COVID-19 en Venezuela.

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